domingo, 29 de agosto de 2010

El negocio de la música


No estoy de acuerdo con el concepto en sí de que la música sea un negocio. Muchos músicos y colegas van a mandarme al diablo al leer estas líneas, pero son mis principios y tengo muy buenos motivos para creerlo, espero poder explicarlos bien en este post.

Antecedentes
Debo comenzar estableciendo algunos de los principios que me llevan a sostener mi postura:
  1. No estoy de acuerdo con el sistema económico actual, lo considero injusto e insostenible. Este es un tema muy largo para explayar aquí, pero resumo mi posición en que creo que el dinero no es una forma adecuada de medir el valor que generamos, especialmente en lo referente al arte.
  2. Todo bien material requiere consumir en alguna etapa de su producción un recurso no renovable, lo cual a mi criterio justifica la asignación de un valor o precio que compense la ausencia de dicho recurso en su estado natural. Creo firmemente que la creatividad humana es infinita, por lo que darle un valor monetario a una idea sería una contradicción.
  3. El progreso y desarrollo de la humanidad en todos los ámbitos (ciencia, tecnología, artes, etc..) ha sido producto de la construcción colectiva de las ideas a través del tiempo: la música que hoy escuchamos existe gracias a la música que sus autores escucharon en su momento.
  4. Toda cancion, bonita o fea, es una obra de arte. Como tal, es un aporte a la cultura de nuestra sociedad, por lo que el valor de la misma se mide en cuanto esta obra influye en el pensamiento, emociones y espíritu de quienes tienen la oportunidad de escucharla, por lo que, por lógica, una vez que una obra de arte es terminada, el siguiente paso es que la mayor cantidad de gente tenga acceso a la misma.
El core business
El negocio de la música está basado en el concepto de "propiedad intelectual", amparados en leyes que protegen los "derechos de autor", entre los cuales el principal es la potestad de "prohibir la copia y reproducción no autorizada de este material discográfico..." Es esta frase la que le permite al artista (o mejor dicho, a la disquera), cobrar lo que considere conveniente por cada disco o canción. Esto da lugar a ciertas reflexiones respecto a la misión de un artista: Es lógico que uno desee tener la potestad de prohibir la difusión de una obra cuyo valor depende específicamente de cuanto esta penetre en la sociedad? Es el control del flujo de caja más importante que aportar a la cultura de nuestra gente?

Un baldazo de realidad
Hoy en día, apreciar el arte no requiere el consumo de bienes materiales. Ya no necesitamos papeles ni telas impresas para poder apreciar una pintura, ni un disco de plástico o vinil para escuchar una obra maestra. Todo es cuestión de una secuencia de pulsos eléctricos, ceros y unos, que en su conjunto constituyen una reproducción fidedigna de la obra original, copiarlo no tiene costo alguno, distribuirlo solo cuesta un click.
Por otro lado, se han puesto a pensar cuantas personas metidas en la industria de la música son en verdad músicos? Creen ustedes que los músicos son los grandes ganadores de este negocio? Falso! Producto de nuestro sistema económico actual, los artistas no son más que vacas lecheras para las disqueras, detrás hay todo un ejército de expertos negociadores, marketeros, vendedores, que se llevan la mayor parte de lo que el público paga por un CD (o por una descarga en iTunes)

Y entonces?
El negocio de la música como tal está cambiando. Las grandes disqueras se dan cuenta que no pueden competir con la tecnología (nadie puede, está demostrado a través de la historia), y poco a poco se tranforma en algo más compatible con la sociedad de la información y el conocimiento.

Sin embargo, para mí esto no es suficiente. La música simplemente no es un negocio, cierro este post con mis conclusiones:
  • Una buena canción es placentera para los oídos de quien la escucha y aprecia. La misión de un músico es proveer este placer con sus creaciones, y su paga debe ser el respeto, aprecio y admiración de su público. La profesión que provee placer a cambio de dinero tiene un nombre muy distinto. Espero que nadie lo tome personal, es sólo mi conclusión lógica (con excepciones, hay algun@s que no son más que vulgares prostitut@s).
  • Se preguntan entonces de que carajo va a vivir un músico? Pues es fácil: El respeto y admiración que un artista genera puede ser utilizado para vender bienes materiales (camisetas, afiches, productos auspiciados, etc...). Es decir, un músico no debe vender la música, sino debe vender su imagen, apuntalada por su arte (ahí hay harto $$$).
  • Otra forma y la más honorable, es a través de conciertos. La música ha estado con nosotros desde hace más de 5000 años, la música grabada no tiene más de 200, antes del primer disco existieron los maestros más talentosos que hoy son referentes y leyendas de nuestra música.
  • Apoyo 100% la piratería popular (no la organizada corporativamente), ya que todos ganan: El músico difunde su obra, el público puede acceder a esta, y el vendedor de escasos recursos tiene una forma de llevar el pan a su casa. Debo reconocer que este no es un modelo sostenible de negocio para quien vende, considerando la creciente penetración del acceso a Internet.
  • Estoy en contra de cualquier barrera que obstaculice el acceso al arte, especialmente si se trata de dinero.
Todo este análisis se puede resumir en una sola frase:
El arte pertenece a la sociedad que la inspira.


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